No hay ninguna duda de que Wonderswan fue en muchos aspectos una consola portátil mejor que GameBoy. El precio quizás fue uno de los puntos clave entre ambas: 12500 yenes, unos 95 euros para Game Boy, versus 4800 yenes para Wonderswan, apenas 37 euros. No es una mala estrategia de marketing, si pretendían que los consumidores de Game Boy adquieran una segunda consola portátil para disfrutar de un catálogo de juegos diferente.
Como ha ocurrido en muchas ocasiones, Nintendo siempre fue un paso por delante. Cuando WonderSwan salió al mercado en 1999, Nintendo ya tenía preparada su Game Boy Color, y SwanCrystal apareció en 2002 con Game Boy advance ya asentada.
Nunca sabremos qué hubiera pasado con Bandai y su WonderSwan, si Gunpei Yokoi no hubiera fallecido. En cualquier caso, si tienes la posibilidad, te recomendamos adquirir esta pequeña joya, que llego tarde a la carrera de las consolas portátiles.